Los demulsificadores rompen las emulsiones que se forman al mezclarse el agua y el petróleo. Estos químicos reducen la tensión de la superficie de la mezcla de agua y petróleo, permitiendo que el agua se separe y se retire con mayor facilidad. Los demulsificadores suelen añadirse directamente al combustible durante el proceso de refinado. Alternativamente, pueden añadirse a los depósitos de almacenamiento o a las tuberías para tratar el combustible durante su transporte.

Existen varios tipos de demulsificadores, cada uno diseñado para actuar en unas condiciones específicas y con diferentes tipos de combustible. Por ejemplo, algunos demulsificadores están concebidos para su uso con petróleo crudo, mientras que otros están formulados para ser empleados con productos refinados como gasolina o diésel.

Los demulsificadores desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la calidad de los combustibles y en la prevención de problemas relacionados con la contaminación del agua. Al romper las emulsiones y permitir la retirada del agua con mayor facilidad, estos aditivos ayudan a garantizar que los combustibles cumplan las normas de calidad pertinentes y puedan usarse con seguridad y eficacia.