Mejoradores de lubricidad
Los mejoradores de lubricidad son aditivos que se añaden a combustibles como el diésel y la gasolina para mejorar sus propiedades lubricantes.
Estos aditivos son imprescindibles en las fórmulas de combustible modernas, diseñadas para ser más respetuosas con el medioambiente.
Las propiedades lubricantes de los combustibles resultan fundamentales para proteger los componentes de los sistemas de combustión, como los inyectores de combustible, las bombas y las válvulas, del posible desgaste y rotura causados por la fricción. Además, también ayudan a mantener la eficacia del motor al reducir el consumo de combustible y las emisiones.
En el mercado existen varios tipos de mejoradores de lubricidad, entre los que se incluyen ésteres, ácidos grasos y ciertos tipos de polímeros. Estos aditivos suelen añadirse al combustible en pequeñas concentraciones, normalmente entre 50 y 500 partes por millón (ppm). Los mejoradores de lubricidad desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la salud y la eficacia del sistema de combustión y constituyen un componente esencial de las fórmulas de combustible modernas.